Partiendo de algo tan simple como "siempre hay algo que mejorar", la mejora continua ayuda a destacarse en un entorno altamente competitivo.
Partiendo de un principio tan simple como "siempre hay algo que mejorar", la estrategia de mejora continua implica adoptar una nueva filosofía empresarial. Se basa en tener como meta la excelencia operativa, y para alcanzarla, generar un proceso que permite eliminar ineficiencias y mejorar el rendimiento a lo largo del tiempo.
Es un enfoque flexible que permite a la empresa adaptarse rápidamente a los cambios y destacarse en un entorno altamente competitivo.
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Si la mejora continua es importante en todas las empresas, lo es especialmente en la industria envasadora. ¿Por qué decimos esto? Porque necesita ser más competitiva y sostenible, y al mismo tiempo satisfacer los requerimientos de un público cambiante.
La estrategia de mejora continua comprende que no siempre se necesita hacer grandes cambios; en realidad, realizar mejoras pequeñas pero constantes pueden tener un gran impacto en la productividad y la eficiencia.
La estrategia de mejora continua se basa en los siguientes principios:
- Implementar una metodología que permita estructurar y guiar los esfuerzos. Además, debe aplicar a los distintos aspectos de las operaciones, desde la gestión de calidad hasta la producción y administración. Algunos ejemplos son: ciclo PDCA (planificar - hacer - verificar - actuar), Six Sigma, método Kaizen entre otros.
- Fomentar una cultura de la colaboración y la participación. La mejora continua debe involucrar y conseguir la participación de todos los integrantes de la empresa, desde la alta dirección hasta los empleados de línea.
- Enfocarse en el cliente. Los cambios que se produzcan en el proceso de mejora continua deben estar orientados hacia la satisfacción del cliente, a quien debe colocarse en el centro de las estrategias. Esto incluye el concepto de "cliente interno", es decir, los colaboradores de la empresa, con el objetivo de mejorar su bienestar y retener talento.
Todas las empresas saben que deben ser más productivas. De hecho, aumentar la productividad es un imperativo para ser más competitivas y mantenerse en el mercado. Sin embargo, ser más productivos no significa producir más, sino... ¡producir mejor! Y es aquí donde la estrategia de mejora continua se convierte en protagonista.
Así, analizando los diferentes procesos en la industria, se deben detectar los puntos en los que se pueden alcanzar mejoras como:
- Eliminar pasos innecesarios.
- Reducir la cantidad de residuos y desperdicio, utilizar la energía de manera más eficiente.
- Mejorar la calidad de los productos y servicios.
- Utilizar los materiales de manera más eficiente, por ejemplo automatizando procesos.
- Aplicar innovaciones que permitan adaptarse más rápidamente a los cambios.
- Aumentar la motivación de los trabajadores para obtener un mejor desempeño.
Los beneficios de aplicar una estrategia de mejora continua son:
- Reducción de costos, gracias al uso más eficiente de los recursos y materiales.
- Mejor calidad de productos y servicios, como resultado del seguimiento y optimización de procesos.
- Mayor satisfacción del cliente, al adaptarse más rápidamente a sus necesidades y expectativas cambiantes.
Para comenzar, repasemos brevemente algunas de las herramientas más utilizadas para implementar una estrategia de mejora continua, para después brindar algunos consejos que te resultarán de utilidad.
- Seis Sigma. Se basa en la utilización de datos estadísticos para evaluar la efectividad de los procesos. Es muy utilizado en la producción industrial ya que ayuda a reducir la tasa de productos defectuosos. Uno de sus métodos DMAIC: definir la oportunidad de mejora, medir el desempeño actual, analizar procesos, innovar, supervisar.
- Gestión de calidad total. Este método está orientado al cliente. Implica obtener mejoras continuas a lo largo del tiempo. Se implementa como parte de la gestión de la cadena de suministro y satisfacción del cliente.
- Fabricación ajustada o manufactura esbelta. Se basa en la experiencia de la fábrica Toyota. En realidad, Toyota es sinónimo de mejora continua ya que introdujo un innovador sistema de producción que incorpora estos principios.
- Ciclo PDCA. Es una de las herramientas más prácticas e interactivas. Se basa en un enfoque en forma de proceso o etapas: planificar, hacer o probar e implementar el plan a pequeña escala, analizar las pruebas y ajustar los resultados. Así, se puede implementar el cambio a mayor escala.
Más allá de la herramienta seleccionada para llevar adelante un proceso de mejora continua, sus resultados dependerán en gran medida de los controles o mediciones que se realicen durante el proceso, además de otros factores. Por ejemplo:
- Utilizar indicadores clave de rendimiento o productividad. Estos indicadores permiten medir y evaluar el desempeño y eficiencia. Algunos KPIs pueden ser: productividad laboral, tasa de defectos, costo por unidad, incidentes de bioseguridad, tiempo de respuesta al cliente.
- Gestionar los equipos de trabajo. Uno de los factores clave es mantener al equipo motivado y sincronizado. La figura del líder de equipo y la forma en que lleve adelante la gestión serán determinantes. El equipo debe comprender el proyecto de mejora continua para colaborar y aportar ideas. Muchas veces las soluciones están en la mente de quienes realizan diariamente las tareas y conocen todos sus detalles. Otro aspecto clave es la formación y capacitación de los equipos para que lleguen a dominar la metodología que se aplica.
- Aplicar herramientas prácticas. En el contexto de la mejora continua, es necesario conocer y dominar algunas herramientas prácticas especialmente útiles, que ayudan a tomar mejores decisiones. Por ejemplo: principio de Pareto, que permite identificar problemas y establecer prioridades; diagrama de Ishikawa, para identificar las causas de un problema y relacionar causas y efectos; mapelo de flujo, para visualizar y analizar las etapas de un proceso; recorridos de supervisión activa, integrando la colaboración y resolución de problemas en tiempo real.
Un caso de éxito en la aplicación de estrategias de calidad total a la industria del envase es Sinteplast, una empresa argentina líder en la fabricación y comercialización de pinturas, recubrimientos y materiales para la construcción. Tiene presencia en todo el país, ya que cuenta con plantas de producción en Buenos Aires, San Luis y Córdoba. Además, cuenta con cinco centros de atención al cliente y plantas productivas en los países limítrofes.
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Esta empresa detectó limitaciones en su capacidad de almacenamiento y despacho de pinturas, con una ocupación de los depósitos del 95%. Así, implementando una estrategia de mejora continua, incorporaron tecnología como robots paletizadores, envasadoras de alta velocidad y automatización del depósito.
Así lograron casi duplicar la producción de pinturas y comenzar a exportar a países de los cinco continentes.
Precisamente, esta empresa se basa en la mejora continua para crecer, ya que invierten en investigación y creatividad para mejorar fórmulas y descubrir nuevas maneras de hacer las cosas, garantizando la calidad en cada etapa de su cadena de valor.
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Hasta aquí llegamos con la nota “Mejora Continua: Consejos de Productividad en la Industria”. Recordá que en Full Pack SA solucionamos los procesos de envasamiento para que los productos lleguen a destino con los más altos niveles de eficiencia. Además, somos distribuidores oficiales de las marcas más importantes del mercado. ¡Consultanos ante cualquier inquietud!
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Sinteplast. ADN. https://www.sinteplast.com.ar/institucional-adn/
Plan de Desarrollo Productivo. Casos de éxito. https://www.argentina.gob.ar/produccion/planargentina40/casos-de-exito?form=MG0AV3
Universidad Nacional de General Sarmiento. El proceso de mejora continua. https://www.ungs.edu.ar/wp-content/uploads/pdfs_ediciones/El_proceso_de_mejora_continua-resumen.pdf?form=MG0AV3
