Las industrias enfrentan diariamente grandes desafíos ambientales, y reducir el consumo energético no podía estar ausente. Descubrí cómo hacerlo.
La industria del envasado enfrenta diariamente grandes desafíos ambientales, y reducir el consumo energético es uno de ellos. Se debe a que el consumo de energía de la industria en su conjunto es elevado: casi el 38% de los recursos energéticos totales.
Sin embargo, este dato diría poco si no se habla de eficiencia energética. Es decir: producir más con la misma cantidad de energía, o producir lo mismo con menos energía. Desde este punto de vista, pocas Pyme tienen objetivos de reducción del consumo o los costos de la energía.
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En realidad, según un informe del Ministerio de Economía, hay un potencial enorme para reducir el consumo energético al alcance de cualquier empresa, sin necesidad de realizar grandes inversiones o contratar expertos para obtener resultados.
Cuando se piensa en motivos para reducir el consumo energético, lo primero que viene a la mente es la sostenibilidad. De hecho, la necesidad de reducir el consumo de energía y ser más eficientes es una de las llamadas "megatendencias" de la industria.
Como dijimos, la eficiencia energética puede alcanzarse básicamente por dos caminos:
- Producir más con la misma cantidad de energía.
- Producir lo mismo con menor consumo de energía.
Ambas estrategias son complementarias y una empresa puede mejorar la eficiencia energética total adoptando la que sea mejor en cada caso.
Reducir el consumo energético es importante por muchos motivos, más allá de los derivados de adoptar la eficiencia energética. Y no nos referimos solamente a los beneficios ambientales y sociales:
- Reducción de costos. La energía puede representar entre el 20% y 30% de los costos de una Pyme. Así, reducir el consumo energético es clave para una estructura de costos eficiente.
- Internacionalización. El aumento de la oferta energética mejora las posibilidades de exportar más allá de la agroindustria. Esto representa la oportunidad de posicionarse en el mercado internacional, reduciendo costos y cumpliendo con estándares energéticos globales.
- Acceso a créditos y subvenciones. Por ejemplo, el Programa de Reconversión y Eficiencia Energética ofrece distintas líneas de financiamiento a tasas muy competitivas.
Reducir el consumo energético es un concepto amplio, que abarca una gran cantidad de acciones posibles. En forma simplificada incluye dos conceptos:
- Reducir el derroche, es decir, la cantidad de energía que se gasta de manera innecesaria y no suma valor. Esto se denomina "uso racional de la energía".
- Reducir la cantidad de energía consumida por unidad producida. Esto es lo que se conoce, como ya lo vimos, como "eficiencia energética".
Más allá de la forma en que lo llamemos, al reducir el consumo energético se reducen el gasto y el impacto social. Sin embargo, esto debe lograrse sin reducir la calidad de los productos, la seguridad de las personas ni los niveles de actividad de la empresa.
Parece algo muy simple, pero te sorprendería saber los sobrecostos que pagan algunas empresas por no revisar las facturas, que pueden llegar al 15% o 20% de lo facturado.
El análisis de la factura y llevar ordenadamente una contabilidad energética permite:
- Identificar las fuentes de energía que consume la empresa. Electricidad y gas son las prioritarias.
- Identificar los cargos facturados. Entender la factura, la categoría de cliente y el cuadro tarifario. Tener en cuenta los impuestos nacionales, provinciales y municipales.
- Analizar el comportamiento del consumo. Se logra construyendo una estadística del último año a partir de las facturas, para poder realizar comparaciones.
La revisión de facturas permite detectar problemas como:
- Encuadre tarifario incorrecto.
- Bajo factor de potencia.
- Sobrecontratación o exceso de potencia. Sucede cuando hay diferencias significativas entre la potencia contratada y la adquirida, lo que implica que se está pagando por algo que no se usa, además de generar penalizaciones.
Corrigiendo estos problemas podemos reducir el valor de la facturación de energía, lo que equivale a reducir el consumo.
Esta estrategia nos permite identificar nuestros progresos para reducir el consumo energético. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la reducción del consumo no equivale a mejorar la eficiencia. De hecho, un menor consumo de energía... ¡puede no ser una muy buena noticia!
Por este motivo, para saber si se está progresando en la reducción del consumo de energía en función de una mayor eficiencia energética, es necesario tener en cuenta el nivel de actividad.
Este análisis permitirá:
- Detectar y corregir desperdicios de energía, que pueden deberse a fallas técnicas o descuidos.
- Entender los aumentos de consumo como mayor actividad de la empresa o menos eficiencia.
- Cuantificar los ahorros resultantes del programa para reducir el consumo energético.
- Tomar las decisiones necesarias, como invertir en maquinaria nueva.
Los pasos para realizar este proceso son sencillos:
- Establecer la relación entre consumo de energía y producción.
- Utilizar esta relación para pronosticar el consumo en los meses siguientes. Si el gasto es mayor, hay pérdidas y derroche de energía. Si es menor, está mejorando la eficiencia energética de la empresa.
Según la Guía de Eficiencia Energética para Pymes, el derroche de energía oscila entre el 10% al 30% del total consumido. Técnicamente, esto se denomina "consumos improductivos", y son los que no están asociados directamente a la producción.
Por ejemplo, algunos de los consumos no productivos más habituales son:
- Máquinas en "stand-by".
- Iluminación encendida innecesariamente.
- Consumos fuera de hora.
- Deficiencias en los equipos, como fugas de aire o pérdidas de calor.
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Reducir el consumo energético improductivo es clave, porque es bastante sencillo y además no impacta sobre la producción ni el bienestar de los trabajadores.
- Analizar los consumos fuera de hora. Para comenzar se deben identificar los momentos en que los distintos sectores no tienen actividad productiva, contabilizando el tiempo en horas. Luego se debe estimar el consumo de energía en esos períodos.
- Encontrar el origen de estos consumos. Es fácil: consiste en recorrer las instalaciones fuera de hora, para ver qué es lo que queda encendido consumiendo energía. También se pueden recorrer los tableros y realizar mediciones, teniendo en cuenta las medidas de seguridad.
- Definir qué consumos improductivos se pueden reducir. Por ejemplo, hay equipos que es necesario que funcionen fuera de hora, pero en otros casos se puede programar el encendido y apagado.
- Implementar las medidas necesarias para reducir estos consumos. Por ejemplo, concientizando a los responsables del sector sobre la importancia de reducir el consumo energético o instalando sistemas automatizados de encendido y apagado.
Para finalizar, digamos que estas o cualquiera otras estrategias que se implementen, deben estar enmarcadas en un plan de acción energética. Esto es quizás lo más importante.
Como todo plan, debe partir de una revisión o diagnóstico inicial, contener los pasos a seguir y una instancia de monitoreo, revisión y mejora continua. Desde ya, debe apuntar a construir una cultura organizacional basada en el cuidado de la energía.
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Hasta aquí llegamos con la nota “Estrategias para Reducir el Consumo Energético en Producción”. Recordá que en Full Pack SA solucionamos los procesos de envasamiento para que los productos lleguen a destino con los más altos niveles de eficiencia. Además, somos distribuidores oficiales de las marcas más importantes del mercado.
¡Consultanos ante cualquier inquietud!
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Ministerio de Economía (2022). Guía de eficiencia energética para Pymes. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/guia_-_introduccion_a_la_gestion_de_la_energia_en_pymes_06.pdf
Perspectivas Cohen (2024). Sector energético: de problema a solución. https://perspectivas.cohen.com.ar/articulos/macroeconomia-sector-energetico-de-problema-a-solucion?utm_source=newsletter&utm_medium=clics&utm_campaign=Nota_ElEconomista051124&utm_term={keyword}
Energía Online (2021). Cuál es el impacto de la “mochila energética” en el costo de las pymes. https://energiaonline.com.ar/cual-es-el-impacto-de-la-mochila-energetica-en-el-costo-de-las-pymes/
Energía (2024). Programa de financiamiento para incentivar la eficiencia energética. https://www.argentina.gob.ar/noticias/se-extendio-el-programa-de-financiamiento-para-incentivar-la-eficiencia-energetica-con#:~:text=Se%20extendi%C3%B3%20el%20programa%20de,cuotas%20%7C%20Argentina.gob.ar
